La visión proporciona el 80% de las aportaciones sensoriales que recibimos de nuestro entorno. A través de la visión, aprendemos sobre el mundo.

Una visión saludable ayuda a los niños a vincularse con los miembros de la familia, aprender, desarrollarse y utilizar plenamente las oportunidades que la vida puede ofrecer. Los ojos de los niños son delicados y sensibles; son fácilmente susceptibles a infecciones y lesiones. También pueden sufrir fácilmente de deficiencias nutricionales. La ceguera en los niños puede ser causada por varias afecciones, siendo las más comunes, la deficiencia de vitamina A, las cataratas congénitas, las cicatrices corneales del sarampión, y los traumas y la retinopatía del prematuro. Muchos niños también ven comprometida su visión debido a las prácticas tradicionales perjudiciales. Desde el momento del nacimiento, la visión es fundamental para el desarrollo del niño. La detección precoz y la atención oportuna de la discapacidad visual y la ceguera son esenciales; sin embargo, en muchos entornos de bajos ingresos hay una falta de servicios esenciales de cuidado de la visión para diagnosticar y tratar enfermedades infantiles de la vista, que pueden causar ceguera o discapacidad visual.

Desde 2001, LCIF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han aliado en un esfuerzo conjunto para combatir el problema de la ceguera infantil evitable en todo el mundo.