Estudié el segundo grado de primaria en la escuela elemental Azalea de St. Petersburg, Florida, EE.UU., fue una de las nueve escuelas diferentes de primaria y secundaria en las que estudié. Ese año, se realizaron pruebas de visión en mi escuela, y recuerdo que el maestro envió una nota a mi madre indicándole que yo necesitaba un examen de la vista. Por lo visto, sabían que no podíamos pagar el examen porque la nota de la escuela iba acompañada de un vale para un examen de la vista gratis.
Mi madre y yo tomamos el autobús y fuimos hasta el centro de la ciudad, a una oficina con un gran sello amarillo del club de Leones, y me examinó un oculista por primera vez. Me recetó gafas y fui a la óptica a elegir el marco. Elegí un marco de imitación de cuerno, pero lo que más me gustó fueron los estuches de colores. El óptico debió notar mi asombro porque me dijo: “Anda, elige el que más te guste”. Yo le respondí, “¿De verdad, cualquiera de estos?” Él asintió con la cabeza. Sabía que iba a ser el niño más guay de la escuela con mi estuche de plástico marrón en forma de balón de fútbol.
Por primera vez, mi mundo se hizo nítido
Cuando volvimos a la óptica a recoger mis gafas, recuerdo que me encariñé enseguida con ellas porque lo veía todo mucho más claro. Incluso me sentí un poco raro al subir y bajar las escaleras del autobús porque mi percepción de las cosas era muy diferente. Yo estaba muy agradecido por el examen de la vista, con los maestros, el médico del club de Leones y los ópticos porque gracias a ellos podía ver claramente por primera vez en mi vida.
Volviendo ahora al presente, recientemente visité la Fundación de los Leones de Oregón para la Vista y Audición en Portland, Oregón, después que recibí una invitación de Kelly Asbra, la directora de programas ópticos de la fundación. Kelly y la gerente de la óptica de Eye Promise, Katie Warren, fundaron la tienda de óptica Eye Promise y el laboratorio óptico LEAP, que beneficia los programas de los Leones. Quedé muy impresionado con la óptica, que está llena de diferentes líneas de gafas y además cuenta con su propio laboratorio. Entre otros trabajos, el laboratorio procesa los pedidos de gafas que envían los médicos de Oregón que realizan los exámenes de la vista que patrocinan los clubes de Leones y otras agrupaciones caritativas.
En este laboratorio trabaja un grupo maravilloso de ópticos a quienes se ofrece formación laboral mientras están en el establecimiento correccional para mujeres Coffee Creek de Oregón. Fue Kelly quien inició este programa de formación óptica en Coffee Creek.
Todo empezó con los Leones
Todos los años, aproximadamente una docena de mujeres completan un programa de formación óptica y paraoptométrica de casi un año de duración mientras terminan sus últimos años en la prisión. Clasifican y catalogan las gafas donadas a los Leones para sus misiones: cortan, arman y montan las lentes, y mucho más. Me sentí muy honrado de descubrir que, durante muchos años, han estado utilizando mi libro de texto, Pure Optics, como parte de su formación.
Cuando estuve allí, todos nos emocionamos al darnos cuenta de lo increíble que era ese día. Estas mujeres ópticos, a las que se les ha dado la oportunidad de un nuevo comienzo en la vida y que han aprendido habilidades de óptica de un libro que escribí, ahora están haciendo gafas para muchos niños que, esencialmente, son como era yo a su edad. Y así, al igual que una lente, mi vida realmente ha dado un giro completo. ¡Gracias clubes de Leones!
Visite la Fundación Lions Clubs International en lcif.org/donate para apoyar la visión, una de nuestras causas globales.
Phernell Walker, de Oregón, EE.UU., es un profesional de la visión, autor y orador reconocido internacionalmente.
Este blog apareció primero en https://pure-optics.com/f/full-circle.
